Frank Miller. Una figura con claroscuros.

Para muchos seguidores del cómic Frank Miller es un maestro, para otros es un mediocre artista con chispazos de genialidad (pregúntenle a Alan Moore). Pero no cabe duda de que la huella del Sr. Miller en la cultura pop nadie la podrá negar, ni borrar.

Frank Miller inicia su trabajo en el mundo de los cómics a finales de los 70’s, haciendo dibujos para fanzines y esporádicos proyectos, tanto en DC Comics como en Marvel Comics. Fue en esta última editorial donde empezó a destacar por su forma de dibujar. Tras realizar los dibujos para Spectacular SpiderMan # 27 y 28, decide preguntar al editor en jefe Jim Shooter si podría trabajar en Daredevil, que hasta ese momento era un personaje muy secundario en el Universo Marvel; Miller catapultó al personaje hasta volverlo un éxito. A lado de escritor Roger McKenzie consiguieron que el público fijara sus ojos en la nueva estrella ascendente del mundo del cómic, esto permitió a Frank Miller pulir sus aptitudes de dibujante, preparando el camino para su primera historieta de autor.

Para 1984 sale Ronin, donde Frank realiza el argumento y los dibujos. El proyecto fue rechazado por Marvel, pero fue acogido por DC Comic casi de inmediato. El cómic se ofreció en forma de Miniserie (o novela gráfica como las conocemos hoy), dando a Miller la oportunidad de trabajar con un mejor formato de impresión, esto le permitió crear una obra de gran calidad. Y aunque Ronin no fue un éxito comercial, recibió muy buenas críticas, ahora los ojos estaban puesto en el joven artista.

De vuelta en Marvel, continúo realizando guiones para Daredevil hasta que en 1986 publica The Dark Knight Returns que, junto con The Watchmen de Alan Moore, cambiarían la imagen de las historietas, dejando atrás la visión infantil que se tenía de ellas y abriendo el mercado para el público adulto. Con The Dark Knight Returns se recreó a Batman de tal manera que dejo atrás la imagen ridícula del la serie de t.v. convirtiendo al personaje en una entidad más profunda y madura, cosa que se consolido con Batman: Year One, obra también de Miller, creando la figura mítica que inspiro a Christopher Nolan para la última adaptación fílmica del Caballero de la noche.

Hacia 1991 empieza a trabajar con la editorial Dark Horse Comics, realizando varios proyectos, destacando Sin City, para muchos su mejor trabajo en la industria del cómic. Es en esta etapa cuando incursiona en el cine con las historias y guiones para Robocop 2 y 3, por los cuales recibió duras y negativas criticas, hecho que lo mantendría alejado del cine hasta la adaptación de Sin City. Para 1998 publica 300, basada en la leyenda del Rey Leónidas y su lucha contra los persas. Si bien es una buena novela gráfica, es duramente criticada por su alto tono anti-islámico y su falta de apego histórico.

Con el nuevo siglo vinieron nuevas colaboraciones entre Frank Miller y DC Comics, primero una secuela de The Dark Knight Returns, Batman DK2: The Dark Knight Strikes Again y DC All-Star Batman & Robin the boy wonder. Ambas le han valido críticas dispares. Le siguió Holly Terror!, novela gráfica en la que pone a Batman contra Al Qaeda, que fue mal recibida por los críticos, y que como señalaría Spencer Ackerman en la versión online de Wired Magazine  es “(…) una extensa diatriba contra el Islam”.


Ahora, después del fiasco de su adaptación de “The Spirit” de Will Eisner, continua con la producción de la secuela para cine de Sin City y trabajando en la precuela en cómic de 300, de título Xerxes. Esta pequeña retrospectiva evidencia que la carrera de Miller parece montaña rusa, subiendo y bajando, pero siempre ahí, inspirando cineastas o realizando nuevas novelas gráficas.

Publicado en El Fanzine el 8 de marzo de 2013

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